viernes, 29 de marzo de 2013
Un año más, la lluvia ha impedido que todas las hermandades del Jueves Santo linarense hagan una estación de penitencia completa. 

Mi Jueves Santo comenzaba con el pasacalles de la Banda de Cabecera del Rescate, una cita obligada para los amantes de estas tradiciones tan linarenses como son las bandas de cabecera. Rodeada de decenas de personas, la banda con más de ciento cincuenta componentes recorría las calles céntricas de la ciudad con sones como "Massada" (adaptación de Capricho Ruso de Luis Cobos), "Éxodo" o "Nazaret". Grandes y emocionantes marchas.


Puntualmente hacía su salida la hermandad trinitaria del Rescate desde el templo de Santa María La Mayor. Eran las cinco de la tarde y nuevamente tendría lugar el acto de liberación del preso, acto que solo Jesús el Rico de Málaga y el Rescate de Linares hacen actualmente en Andalucía.





En el otro templo de Linares que hoy abría sus puertas a una hermandad, el de San Agustín, el Prendimiento demoraba media hora su salida ante la amenaza del mal tiempo. Finalmente, la cruz de guía y "el Soberano" se ponían en la calle, junto con Ntra. Sra. del Rosario.


Todo discurría con normalidad. Rescate con su imponente Banda de Cabecera abriendo su cortejo y Prendimiento con su enorme paso de misterio "flotando" a los sones de la banda de cornetas del Rosario. Ambas cofradías iban completando sus recorridos.



Pero al llegar el Rescate a Canalejas, una calle por la que si mi memoria no me falla, nunca (o al menos en los últimos tiempos) había pasado, unas gotas empezaron a caer del cielo. La procesión del Rescate y nuestro Jueves Santo se desmoronaban...



La Columna, al igual que en 2012 volvió a quedarse a las puertas. Con este son ya tres años en los que esta hermandad se queda sin poder realizar plenamente su estación de penitencia. Ánimo a esta hermandad, que al igual que la Oración en el Huerto, está siendo muy castigada en los últimos años.

Y bajo plásticos finalizaba el Jueves Santo de 2013. Otra vez, un año más, muy deslucido por la lluvia. Esperemos que en 2014 podamos ver un Jueves Santo como esos de antaño, como esos de cuando éramos pequeños, como esos que relucían más que el Sol.


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