miércoles, 23 de abril de 2014
Hace unos días que finalizó esa semana que tanto ansiamos los cofrades, la Semana Santa. Durante siete días volvimos a vivir esos momentos, a sentir esas emociones, a transportarnos a nuestra infancia, en definitiva, a vivir la Semana de Pasión. Y este año plenamente, ya que el tiempo acompañó y pudimos disfrutar sin ninguna preocupación de todas las hermandades en la calle. Tan solo el Domingo de Resurrección hubo alguna incertidumbre. Las previsiones para ese día daban algo de lluvia pero finalmente las nubes se contuvieron y pudimos ver al Resucitado en la calle.


Este año he vivido una Semana Santa diferente. No he podido tener tanta actividad por este medio como en años anteriores, aunque os lo he intentado narrar con todo el detalle que he podido vía Twitter. Tampoco he podido estar presente todos los días. Martes Santo y Miércoles Santo no estuve en Linares y me perdí las hermandades de la Vera Cruz, Siete Palabras y el Vía Crucis de la Juventud. Uno "se hace mayor" y empieza a tener otras obligaciones. Por suerte, gracias a las redes sociales pude estar al tanto de esas procesiones.

El Domingo de Ramos amaneció soleado, como sería la tónica durante toda la semana. En la mañana procesionó la hermandad de la Borriquilla con el acompañamiento musical de otro años. Volvieron a destacar las buenas cuadrillas de costaleros de que consta la hermandad. La tarde se vistió de blanco y dorado para ver la hermandad de la Santa Cena, mi hermandad. La Banda de Cabecera celebró su X Aniversario de la reorganización. Marchas como "Triunfal", "Monte Calvario" o "La Cena" volvieron a sonar anunciando que la Santa Cena del Sur se aproximaba.

El Lunes Santo en Linares es Lunes de Oración. Desde la parroquia de Santa María, una de las hermandades que más han crecido en los últimos tiempos hacía su salida. Como siempre con un gran acompñamiento musical, La Pasión, y unas grandes e incansables cuadrillas de costaleros. Una vez más el momento cumbre de su estación de penitencia fue la subida de la Cuesta de Santa María de camino al templo.

Mi siguiente día de Semana Santa fue el Jueves Santo. Como marca la tradición, a las tres y media de la tarde ya me encontraba en la calle Nueva para disfrutar con los sones de la Banda de Cabecera del Rescate. Este año recuperando para el pasacalles la marcha "Centuria Romana", todo un clásico del Jueves Santo. 



En torno a las cinco de la tarde hacían su salida las hermandades del Prendimiento y Rescate, desde San Agustín y Santa María respectivamente. La primera este año contó con una agrupación musical abriendo paso, justo delante de la cruz de guía. Como siempre, es impresionante ver el paso del Prendimiento y sus andares a sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Rosario. Por otra parte, la hermandad del Rescate nos volvió a deleitar con la calidad de sus bandas y la belleza de sus pasos. Ya casi entrada la noche, por fín, después de algunos años pudo hacer estación de penitencia la hermandad de la Columna. La renovada Agrupación Musical que volvía a la hermandad por fin pudo acompañar al paso de misterio.   

Tanto el Jueves Santo como el Viernes Santo son dos días que pasan a toda velocidad. De estar en la calle Nueva el Jueves, en un abrir y cerrar de ojos se encuentra uno viendo el Santo Entierro. Pero aún quedaba para eso. Quedaba por delante la mágica Madrugá. A las dos de la mañana ya se oían los sonidos roncos de los trompeteros por los aledaños de Santa Margarita. Desde la Plaza de Toros, unos minutos después, haría su salida la Banda de Cabecera a sones de Aída. Esta vez desde el mismísimo albero en donde perdiera la vida Manolete. 



Como todos los años, momentos indescriptibles y llenos de emoción. A las cuatro de la madrugada, puntual, hacía su salida la imagen más venerada de Linares, Ntro Padre Jesús Nazareno, el Señor de Linares. Y así empezaría el discurrir de la procesión más larga de nuestra Semana Santa, tanto en número como en horas en la calle. 

A las tres de la tarde, desde San Francisco saldría la siguiente en poner su cruz de guía en la calle, la hermandad de la Expiración. Hermandad elegante y sería donde las haya, con su solemne banda de cabecera, la decana de la ciudad. Desde Santa Bárbara unas horas más tarde saldría a la calle la hermandad del Descendimiento, hermandad que poco a poco va creciendo, aunque este año por desgracia la imagen de Ntra. Sra. de las Penas no contara con acompañamiento musical. Desconozco si es un cambio de estilo o que por algún motivo no se pudo contar con banda de música. Finalmente, desde San Francisco, a las siete de la tarde haría su salida la hermandad del Santo Entierro. Este año con la novedad del nuevo paso de Ntra Sra de la Soledad portada por horquilleros. Y hace "un ratillo" estaba en la calle Nueva... os lo dije..


El Domingo de Resurrección las predicciones no eran tan buenas como el resto de días anteriores. Daban lluvia. Pero finalmente las grises nubes contuvieron las gotas y la hermandad del Resucitado, este año sí, pudo volver a salir a la calle. Por la calle Canalejas algunas gotas se escaparon, pero nada alarmante. La hermandad pudo volver a deleitarnos con sus bellos pasos acompañados de una inigualable calidad musical.

Este año no tengo muchos buenos momentos. Me quedaría con dos: nuevamente el pasacalles de la Banda de Cabecera del Nazareno. Pasar por la calle Isaac Peral a sones de "Hermanos Trompeteros" me parece realmente emocionante. 

Y el otro momento, el otro gran momento, ver a mi hijo mientras hacía estación de penitencia en la Santa Cena.

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